martes, 29 de septiembre de 2015

Un tilde “incluido” entre los errores frecuentes



En un portal comercial que promociona teléfonos celulares en planes de servicios con el aparato incluido, justamente el término “incluído” se escribió en forma incorrecta. Al principio el error me pareció excepcional, pero después lo encontré en avisos de otros rubros. Tantas veces se comete este error que parece recomendable dedicarle una nueva entrada.

Como hemos observado en este blog, de acuerdo con las reglas de acentuación se debe escribir “incluido”.

Según la Real Academia Española, palabras como la que nos ocupa, que incluye diptongo —secuencia de vocales, en este caso "u" e "i" en una sílaba— y es grave finalizada en un sonido diferente a "n" o "s" se escriben sin tilde.

La acentuación equívoca radica en considerar que hay hiato —separación de las vocales del diptongo debido a la acentuación de una de ellas— en casos en que el diptongo se debe mantener. La separación en sílabas sirve para ejemplificar:

in-clui-do (correcto, con diptongo)
in-clu-í-do (incorrecto) En este sentido, es importante recordar que los participios de todos los verbos con finalización “uir”, como “construir”, “incluir”, “sustituir” o “huir” no llevan tilde.

Lectura recomendada:

jueves, 17 de septiembre de 2015

La mágica impersonalidad


Foto: Asucntos cubanos (poema recomendado)
Cuando un vaso de vidrio se rompe, se produce una alarma efímera, sin demasiado sentido. No sé si en algún caso se justifica, tal vez por un eventual valor afectivo o el temor al corte.

Lo cierto es que lamentamos y una nostalgia nos invade como, en otra magnitud, corresponde a las pérdidas irreparables.  Todo esto, claro, en el mundo adulto que heredamos y construimos en forma tan inconciente como aprendida.

Tal vez por este significado que alguna vez se le dio a la “rotura” es que los niños, ni bien hablan son capaces de verbalizar la mejor explicación cuando algo se rompe.

Pese al egocentrismo lógico al año y diez meses, cuando el “yo” está a flor de piel, tras su primer cristal quebrado, mi pequeña dijo: “Se rompió”.

¡Santo remedio!, no hay responsables ni sentimiento de culpa. “Se rompió”, no “lo rompí”. A eso le dicen “impersonalidad”, algo ocurre y punto, no importa quién lo ocasionó. Puede llevar mucho tiempo enseñarlo en una clase de Español, pero los niños lo aprenden ni bien pronuncian sus primeros pensamientos hilvanados y los medios de prensa lo utilizan con fines de omisión. Es una mágica forma de esconder al responsable.

Lectura recomendada:
Oraciones impersonales

miércoles, 2 de septiembre de 2015

Redundancia: "Período de tiempo"

Imagen: Negriza.com
A partir de una simple lectura de un texto original, es muy sencillo encontrar detalles que se podrían omitir sin afectar el sentido. Estas expresiones no agregan información, pero muchas veces son incluidas por el simple hecho de que su uso se ha vuelto común.

Algunos conductores de programas de entretenimiento insisten por estos días en el juego de palabras "me muero muerto", que evidentemente (eso espero) no es expresado por error, sino en tono de broma. Un efecto similar genera el ejemplo que presentaremos, tan frecuente como incorrecto: "período de tiempo".

El error radica en la reiteración innecesaria de una idea. Si nos referimos a plazos o vigencia de llamados no existe "período" de algo más que de tiempo, sin embargo parece que no alcanzara con el uso del sustantivo, algo similar a lo que acontece con el término "lapso", igual de redundante.

La recomendación ante errores como este es leer al menos una vez antes de publicar y prestar atención al sentido. Todo aquello que no agregue información podrá ser suprimido para ganar en claridad y precisión; de lo contrario, si el trabajo es profesional, habrá un editor encargado del "recorte", pero claro que eso no resulta tan agradable al redactor como la modificación realizada por sí mismo.

Lecturas recomendadas 
acerca de acentuación: