miércoles, 23 de diciembre de 2015

¿“Arrollado” o “arroyado” para Navidad? ¡Felices Fiestas!


Imagen: Portal Cocina rapidísimo
Entre tanta oferta gastronómica con motivo de las fiestas navideñas, no podían faltar los arrollados de pollo, carne de ternero o cerdo: uno de los tantos manjares que se preparan para celebrar estos últimos días del año. Ni hablar de esta preparación con ingredientes dulces: chocolate, crema e infinidad de sabores. Pero, ¡cuidado! siempre se debe escribir “arrollados”, no “arroyados”.

Un ejemplo al respecto se encuentra en el pizarrón de una carnicería de barrio, que dice:

  • “Oferta: arroyado de pollo”
Y debería decir:

  • “Oferta: arrollado de pollo”
El error puede pasar inadvertido aún para quienes utilicen procesadores de texto como Word, ya que en español existen las palabras “arrollar” (con el sentido de hacer un rollo, como en el caso de la carne) y “arroyar” (con el sentido de crear un arroyo, por ejemplo dicho de la lluvia).

Estos vocablos en Uruguay se pronuncian de la misma forma, ya que el sonido “y” no se diferencia de “ll”, por tanto podríamos decir que representan un caso de palabras homófonas, “suenan igual pero tienen distinto significado y puede tener distinta grafía”.

En definitiva, desde este blog se les desea a los lectores una muy gratificante cena de Nochebuena, muy feliz Navidad y un hermoso año 2016. En nueva referencia al término que nos ocupa, eviten por favor ser "arrollados", embestidos, por la inevitable oferta de la dinámica consumista y, por sobre todas las cosas, sean felices con lo que tengan y con quienes quieran disfrutar con ustedes.

Lecturas recomendadas (otros homófonos):
"Gravar"-"grabar"

"Cocer" o "coser", confusión frecuente
"Medio" y "medio": confusión entre adverbio y adjetivo

jueves, 17 de diciembre de 2015

¿Cómo sabemos cuando el gerundio se utiliza correctamente?


Captura de pantalla de mal uso de gerundio en leyenda de transmisión deportiva.
En una transmisión televisiva de un partido de fútbol es posible encontrar pocos textos, pero allí se pueden percibir graves errores. Un motivo frecuente ocurre cuando se emplea el gerundio en casos en que la acción referida por el verbo núcleo no se concreta en simultáneo con la acción del verbo terminado en “ando”, “endo” o “iendo”.

Veamos el siguiente ejemplo:

  • “El DT de Valencia le marcó un gol a O.Lyon jugando en Manchester United”
Pese a que esta construcción se podría considerar correcta, ya que ambos verbos designan acciones que se pueden realizar en simultáneo, existe una omisión que lleva al error. ¿El entrenador juega en Manchester United? Salvo que esto fuera así, la formulación no es la mejor, ya que hay un verbo en pasado (marcó), correctamente utilizado, y un gerundio que se entiende como simultáneo a ese verbo, sin embargo no se precisa la correlación de hechos.

También sería pasado el tiempo de los verbos si ayer, jugando para el Manchester, el técnico hubiera anotado, cuando en realidad ese acontecimiento ocurrió hace décadas. Quien no sepa nada de la historia del profesional ni de los clubes en cuestión no logrará interpretar este mensaje en forma adecuada porque está mal construido.

La idea que se debe expresar en el pasado mediante un verbo independiente es la que indica que el entrenador “jugaba”. Por tanto:

  • “El DT de Valencia le marcó un gol a O.Lyon cuando jugaba en Manchester United. (Correcto)
En definitiva, una buena práctica es asegurarnos de que las acciones referidas por los verbos (conjugado y en gerundio) se puedan efectuar en simultáneo y que, según el caso, la dimensión temporal quede bien definida.

Como el gerundio denota simultaneidad no puede ser utilizado en este ejemplo, en que el hecho referido aconteció en un pasado lejano, a no ser que se precisara el año exacto en que aconteció la conquista. De lo contrario parecería que el tanto fue anotado ahora. Otra solución posible sería:

  • “El DT de Valencia le marcó un gol a O.Lyon jugando en Manchester United en 1987”

Anécdota: Equivocando el uso de verbos
Los verbos en gerundio ocasionan innumerables errores de redacción. El motivo principal es la perjudicial costumbre de escribir como hablamos, cuando en realidad en la producción textual deberíamos ser más precisos, ya que no es posible aclarar inmediatamente el mensaje expresado.

Un amigo editor, tras reconocer miles de casos de errores a causa del mal uso de gerundios, decidió pedirle a los redactores de su equipo de trabajo que no utilizaran más esta forma de impersonalidad: no más verbos terminados en “ando”, “endo” o “iendo”. La medida, radical, atentaba contra la expresividad.

¿Se imaginan las redacciones sin gerundios? No tendríamos la posibilidad de expresar la simultaneidad, va, en realidad sí podríamos expresarla pero perderíamos esta forma que nos resulta tan familiar a los hablantes.

Si uno hace la prueba de percibir estas palabritas notará que las utilizamos todo el tiempo. Es que nos estamos refiriendo (ahí va uno) a una forma muy empleada por los hablantes, al menos en los países separados por el Río de la Plata. Por tal motivo, sería ideal poder utilizar esta forma de expresión en forma correcta.

Tal como hemos visto en una entrada adjunta, una clave puede ser emplear gerundios cuando la acción a la que aluden estos verbos se realiza en simultáneo con la referida por el verbo núcleo de la oración. Así, sería correcto el siguiente ejemplo e incorrecto el posterior:

  • El ladrón robó el banco engañando a la seguridad. (Correcto)
  • El ladrón robó el banco huyendo en una moto. (Incorrecto)

En definitiva, toda forma de expresión es válida, solo que debemos evitar los errores frecuentes.

Lectura recomendada:

Ejemplo para evitar mal uso de verbos en gerundio

Las formas impersonales de los verbos y sus funciones sintácticas
Gerundios en función de circunstancial
Otro ejemplo de mal uso de gerundio
Verbos en infinitivo en función de sustantivo
Formas no personales (livingspanish)
Adverbios (www.memo.com.co)
Gerundio (Universidad de los Andes, Venezuela)

miércoles, 9 de diciembre de 2015

Ejemplo de punto y coma en enumeración


Así circula este texto en las redes sociales. La cita es erróneamente atribuida a Don Quijote, sin embargo es un buen ejemplo de uso de punto y coma.
 
El punto y coma es un signo que muchas personas omiten, tal vez por desconocimiento acerca de su función. Es importante recordar que funciona como una coma, pero implica una pausa mayor.

El uso más acertado representa utilidad para realizar largas enumeraciones en donde cada elemento incluye más de un sintagma (grupo de palabras).

Así, como vimos en una entrada anterior, cuando tenemos una lista de autoridades con sus cargos se podría utilizar la siguiente fórmula: “nombre de la persona”, “cargo”; “nombre de otra persona”, “cargo”; etc. Entonces el punto y coma separa cada término de la enumeración.

Otro ejemplo, muy interesante por su contenido, circula en Internet atribuido a la obra El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha. Si bien la cita no se encuentra en el mencionado clásico de la literatura, pareció interesante compartirla (en la imagen), como un buen ejemplo de uso del punto y coma. En este caso, las comas separaban sujetos de complementos en casos en los que no hay verbos y los puntos y comas separan cada elemento de la gran enumeración.
 Lectura recomendada:Punto y coma: solución para largas enumeraciones

jueves, 3 de diciembre de 2015

"Policía" no es lo mismo que "policía"


Foto: Archivo SCI
“Policía”, mayúscula para aludir a la institución y minúscula para agentes
En muchos casos, las mayúsculas iniciales se utilizan en forma errónea, con la finalidad de señalar la importancia del ente o persona aludida por un sustantivo. Diría que este error es el más frecuente a la hora de usar minúsculas o mayúsculas.

Otro equívoco reiterado, sin embargo, es no comenzar con mayúscula palabras que requieren esta letra para evitar confusiones.

Por ejemplo, un titular del diario El País publicó:
  • “La Policía busca a un rapiñero que escapó de Santiago Vázquez”.
¿Qué hubiera significado esta oración la siguiente oración?:
  • “La policía busca a un rapiñero que escapó de Santiago Vázquez”.
En la primera opción, se refiere a la entidad Policía, no hay dudas;  en la segunda, en cambio, ¿se trata de una mujer policía? ¿Pequeña diferencia? Indudablemente, no: existe un matiz muy importante entre una y otra oración, por el simple uso de una “p” mayúscula o minúscula inicial.

Un dato que puede resultar de utilidad en este caso es la definición de “policía”, según la Real Academia Española. Entre otras acepciones, menos frecuentes, la primera y la quinta sirven para aclarar la duda acerca de si comenzar esta palabra con mayúscula.

Primera acepción: “Cuerpo encargado de velar por el mantenimiento del orden público y la seguridad de los ciudadanos, a las órdenes de las autoridades políticas”.

Quinta acepción: “Miembro del cuerpo de Policía”.

En este caso, se podría decir que la mayúscula cumple una función diacrítica, ya que diferencia un sentido posible (funcionario policial), de otro (institución pública).

Lectura recomendada:Cuándo utilizar mayúscula inicial en la palabra "ley"

Mayúscula para citas
Los nombres de programas sociales comienzan con mayúscula
La mayúscula inicial no es señal de prestigio
Mayúsculas: "siglo XXI", no "Siglo XXI"
Querida "Celeste", no querida "celeste"
Día de Reyes Magos 
"Incautarse no es necesario si se puede incautar"