martes, 18 de julio de 2017

Intermedio: ¿Torneo con mayúscula o campeonato?

La Conmebol, omitió la mayúscula correspondiente
a Torneo en el saludo a los campeones de Nacional
En los últimos días, el público uruguayo comenzó a interiorizarse respecto al campeonato de fútbol profesional denominado Torneo Intermedio. Ese interés coincidió con las etapas definitivas de la competencia y dio lugar a innumerables discusiones, entre las que se pueden destacar las siguientes dudas, por su contenido lingüístico: 
  • ¿Es diferente torneo de campeonato
  • ¿El prestigio de la competencia está definido por su nombre?
La respuesta, en lo que se refiere estrictamente a la corrección de utilizar campeonato y torneo como sinónimos, justamente, es que estos términos designan a una misma competición. Por tanto, sí se pueden emplear en forma indistinta, aunque es importante observar que una de ellas forma parte del nombre elegido en este caso por los organizadores.

Es cierto que se podría discutir acerca del prestigio de cada certamen, pero no es correcto dudar que torneo y competencia son términos equivalentes. Así, bien se puede sostener que el Torneo Intermedio es un campeonato. Aunque sea menos preciado que otros, como el Clausura, el Apertura, el Uruguayo y, ni hablar, la Copa Libertadores de América, sigue siendo un campeonato.

La Real Academia Española define a ambos vocablos con alusiones a la competición deportiva para obtener un premio o trofeo. El único matiz que se podría identificar es que menciona a la eliminación entre equipos como una característica correspondiente a los torneos, algo extraño si se piensa que en las ediciones del Campeonato Mundial de Fútbol el sistema de disputa implica la eliminación de selecccionados sin que esto haya determinado que se lo llamara, de manera oficial, torneo.

De regreso a las redacciones sobre el último trofeo disputado entre equipos uruguayos, es importante recordar que se lo puede llamar Torneo Intermedio (con mayúscula en la t por ser parte del nombre) o campeonato Intermedio (con c minúscula para diferenciar que esa palabra no forma parte del nombre de la justa).

Los lectores veteranos recordarán que hace muchos años se disputaba el Torneo Competencia, cuyo nombre también incluía al sustantivo con mayúscula. Tal vez de aquellos tiempos, el presente Intermedio haya heredado esa mayúscula inicial, además de una similar consideración por  parte de los parciales, que solo valoran las contiendas en que no se disputa el Campeonato Uruguayo cuando su club es el que las conquista. Dicho sea de paso: ¡Salud al Club Nacional de Football por su consagración!, triunfador de este Torneo Intermedio.

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miércoles, 5 de julio de 2017

Locución adverbial: “hasta que no” a veces es igual que "hasta que"




A partir de la lectura de una noticia recientemente publicada, ocurrió lo que suele suceder cuando alguien se propone reflexionar sobre las expresiones: surgió una duda acerca de un enunciado que parecía sencillo. Veamos el ejemplo original y su formulación alternativa:
  • “Con lo que ganaba abría nuevas clínicas y con el resto, pagaba gastos. Hasta que no pudo pagar”.
¿Cuál es la expresión correcta? La respuesta es: ambas. En cuanto al sentido, las dos comunican lo mismo y son igual de adecuadas.

La expresión hasta que no es una locución adverbial

Evidentemente, en algunos casos el no puede resultar innecesario. Esto es posible porque la partícula de negación puede formar parte de conjunto de palabras que no se pueden separar y cobran un sentido diferente al que cada una, en otro contexto, significaría. En definitiva, la palabra no, en casos como el de este ejemplo, es parte de una locución adverbial.

Según el diccionario de la Real Academia Española, una locución adverbial es la “combinación estable de dos o más palabras que funciona como elemento oracional... como [adverbio] y cuyo sentido unitario no se justifica siempre como suma del significado normal de los componentes”.

Justamente eso es lo que ocurre en este caso. Se puede comprobar la correspondencia de hasta que no con las referidas locuciones:
  1. Ninguna de las palabras que integran la locución separadas significan lo mismo que todas juntas en ese sintagma.
  2. No se puede suprimir a ninguna o cambiarles el orden
  3. Pueden funcionar de la misma manera que un adverbio. Por ejemplo, en este caso: mientras.
Para sustentar esta última observación, se presentarán dos formas de expresar la misma idea:
  • Con lo que ganaba abría nuevas clínicas y con el resto, pagaba gastos. Hasta que no pudo pagar.
  • Con lo que ganaba abría nuevas clínicas y con el resto, pagaba gastos. Mientras pudo pagar.
En definitiva, quedó demostrado que en algunos casos, como en este, es posible suprimir la partícula no sin cambiar el significado que se procuraba comunicar.

Otros casos en que sí se puede suprimir no

En la búsqueda de artículos académicos sobre expresiones con hasta que o hasta que no, es posible referir al Diccionario panhispánico de dudas, que sostiene que en la locución hasta que no, la negación (palabra no) es innecesaria en cuanto a su significado cuando se introduce una oración subordinada y en la oración principal hay una negación. En esos casos, la palabra para negar es redundante. El diccionario referido lo menciona como un no expletivo, quiere decir que se podría suprimir sin cambiar el sentido.

No es esto lo que ocurrió en nuestro ejemplo. Primero, porque la puntuación no implica subordinada, sino dos enunciados yuxtapuestos. Sería diferente si en vez de punto, ambos estuvieran separados por comas.

Segundo: En la que se podría considerar oración principal: “Con lo que ganaba abría nuevas clínicas y con el resto pagaba gastos…” no hay negación. Sin embargo aparece la expresión hasta que no en lugar de hasta que en la segunda oración.

Definitivamente, se puede coincidir en que ese no es innecesario, pero no incorrecto. El propio Diccionario panhispánico dice, al margen del matiz señalado, que debido a lo arraigado de este uso, se lo puede considerar admisible.

Otra idea, citada del Diccionario de dudas y dificultades de la lengua española de Manuel Seco, sigue un razonamiento similar:

“La preposición hasta, precediendo a la conjunción que, introduce proposiciones temporales: Leeré hasta que me canse; Todos se quedaron hasta que se acabó el vino. Cuando el verbo principal va acompañado de una negación, es frecuente que se presente un no expletivo en la proposición: Ninguno se marchó hasta que NO se acabó el vino. Aunque es un uso normal en España, sería deseable omitir ese no (que carece de todo sentido negativo) a fin de evitar la posible interpretación equivocada del mensaje (v. Cuervo, “Apuntaciones”, § 448). También la ausencia del no es normal: Ninguno se marchó hasta que se acabó el vino”. Foro sobre la temática que publicó esta cita.

La anterior opinión refiere a casos de no expletivo, o sea, innecesario, en casos en los que en la oración principal se expresa negación.

Aún es posible mantener la afirmación de que el no podría suprimirse en ese caso y de que no se lo considera incorrecto, debido a lo frecuente de su uso.

En la búsqueda para redactar este artículo no fueron encontradas con tanta facilidad observaciones respecto a casos en los que no haya negación en la oración principal, tal como ocurre en nuestro ejemplo de hoy.

En síntesis, aún ante la falta de artículos al respecto, si se busca y se lee con atención la definición de locución adverbial, se percibe que es totalmente aplicable al enunciado que generó esta entrada, donde se empleó la locución hasta que no.

Lectura recomendada:
Negaciones supefluas
Locución adverbial